viernes, 21 de diciembre de 2012

Traduciendo con Déjà vu

Llegó el momento de hablar sobre Déjà vu. ¿Qué podemos decir de este programa? Todo el mundo que esté metido en el mundillo de la traducción conoce esta memoria de traducción creada por Atril. No es de código abierto pero te permite utilizar todas sus funciones en una versión de prueba durante todo un mes.
El programa es de fácil manejo y tiene una instalación bastante ágil y sencilla. Por ello, cualquier traductor puede familiarizarse rápidamente con el programa en un par de días. Algo bastante diferente a lo que ocurre con Trados, cuya complejidad dificulta mucho su manejo. No por ser fácil de usar, constituye un programa con funciones y comandos mínimos. Nos presenta funciones y comandos muy diversos convirtiéndolo en un programa muy completo que provee al traductor de cualquier necesidad. Así, podemos almacenar automáticamente las memorias si necesidad de servirnos de ningún programa de alineación manual lo que sobre todo ahorra tiempo a la labor traductológica. Lo cierto es que la misión que debe cumplir toda buena memoria de traducción es la de ahorra tiempo al traductor (para ellos, el tiempo es lo más valioso) y podemos decir que Déjà vu la cumple a la perfección gracias a sus números atajos del teclado, las herramientas de propagación, ensamblaje, la fácil gestión terminológica y demás valiosas funciones. A pesar de que quizás a más de uno le duela el bolsillo al adquirir este programa, considero que es mejor pagar con dinero este programa que pagar con tiempo todas las carencias de memorias de traducción de código libre como OmegaT. Además, es mucho más asequible que el desorbitadamente caro Trados.
Por otro lado, considero que la interfaz de este tipo de programa puede resultar molesta para personas como yo acostumbradas a traducir con Word. La segmentación y descontextualización del texto puede suponer un obstáculo en la comprensión del mensaje que transmite, así como los matices o intenciones del autor. La organización presentada impide al usuario manipular el texto origen a su antojo e incluso alterar el orden o formato del texto meta, tareas que en ocasiones resultan necesarias. Incluso el hecho de mantener el formato origen representa una dificultad añadida con este programa, ya que provee al traductor el contenido y le priva de todo lo demás. De ahí que el usuario tenga que respetar constantemente códigos incomprensibles y pegarlos en el texto meta. En ese sentido, OmegaT permite al usuario un manejo más cómodo del texto (y contiene una guía de usuario mucho más útil) aunque considero sus mecanismos de segmentación muy caóticos y rudimentarios en comparación con Déjà vu.
En definitiva lo considero una herramienta muy útil aunque personalmente no la utilizaría para traducir cualquier texto. Tendría que traducir algo muy repetitivo y muy largo o muy urgente para utilizar este programa.
Para terminar recojo los principales atajos del teclado, indispensables para un manejo ágil:
  • Copiar Ctrl+C
  • Pegar Ctrl+V
  • Buscar Ctrl+F
  • Segmento completado Ctrl+flecha abajo
  • Popular (consiste en trasladar el contenido íntegro del texto origen al texto meta) F5
  • Añadir comentario Ctrl+M
  • Añadir a la memoria F12
  • Añadir a la terminología F11
  • Propagar (consiste en que el segmento traducido seleccionado se tome de ejemplo y se traduzcan automáticamente todas sus repeticiones de la misma manera) F9
  • Propagar en todos los archivos Alt+F9
  • Enviar proyecto a la memoria Alt+F12

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