Llegó
el momento de hablar sobre Déjà vu. ¿Qué podemos decir de este programa? Todo
el mundo que esté metido en el mundillo de la traducción conoce esta memoria de
traducción creada por Atril. No es de código abierto pero te permite utilizar
todas sus funciones en una versión de prueba durante todo un mes.
El
programa es de fácil manejo y tiene una instalación bastante ágil y sencilla.
Por ello, cualquier traductor puede familiarizarse rápidamente con el programa
en un par de días. Algo bastante diferente a lo que ocurre con Trados, cuya
complejidad dificulta mucho su manejo. No por ser fácil de usar, constituye un
programa con funciones y comandos mínimos. Nos presenta funciones y comandos
muy diversos convirtiéndolo en un programa muy completo que provee al traductor
de cualquier necesidad. Así, podemos almacenar automáticamente las memorias si
necesidad de servirnos de ningún programa de alineación manual lo que sobre
todo ahorra tiempo a la labor traductológica. Lo cierto es que la misión que
debe cumplir toda buena memoria de traducción es la de ahorra tiempo al
traductor (para ellos, el tiempo es lo más valioso) y podemos decir que Déjà vu
la cumple a la perfección gracias a sus números atajos del teclado, las
herramientas de propagación, ensamblaje, la fácil gestión terminológica y demás
valiosas funciones. A pesar de que quizás a más de uno le duela el bolsillo al
adquirir este programa, considero que es mejor pagar con dinero este programa
que pagar con tiempo todas las carencias de memorias de traducción de código
libre como OmegaT. Además, es mucho más asequible que el desorbitadamente caro
Trados.
Por
otro lado, considero que la interfaz de este tipo de programa puede resultar
molesta para personas como yo acostumbradas a traducir con Word. La
segmentación y descontextualización del texto puede suponer un obstáculo en la
comprensión del mensaje que transmite, así como los matices o intenciones del
autor. La organización presentada impide al usuario manipular el texto origen a
su antojo e incluso alterar el orden o formato del texto meta, tareas que en
ocasiones resultan necesarias. Incluso el hecho de mantener el formato origen
representa una dificultad añadida con este programa, ya que provee al traductor
el contenido y le priva de todo lo demás. De ahí que el usuario tenga que
respetar constantemente códigos incomprensibles y pegarlos en el texto meta. En
ese sentido, OmegaT permite al usuario un manejo más cómodo del texto (y
contiene una guía de usuario mucho más útil) aunque considero sus mecanismos de
segmentación muy caóticos y rudimentarios en comparación con Déjà vu.
En
definitiva lo considero una herramienta muy útil aunque personalmente no la
utilizaría para traducir cualquier texto. Tendría que traducir algo muy
repetitivo y muy largo o muy urgente para utilizar este programa.
Para
terminar recojo los principales atajos del teclado, indispensables para un
manejo ágil:
- Copiar Ctrl+C
- Pegar Ctrl+V
- Buscar Ctrl+F
- Segmento completado Ctrl+flecha abajo
- Popular (consiste en trasladar el contenido íntegro del texto origen al texto meta) F5
- Añadir comentario Ctrl+M
- Añadir a la memoria F12
- Añadir a la terminología F11
- Propagar (consiste en que el segmento traducido seleccionado se tome de ejemplo y se traduzcan automáticamente todas sus repeticiones de la misma manera) F9
- Propagar en todos los archivos Alt+F9
- Enviar proyecto a la memoria Alt+F12